-
Arquitectos: Paulo Moreira Architectures
- Año: 2021
-
Fotografias:Ivo Tavares Studio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de las fuentes de agua de Luanda ha mejorado y adaptado tres accesos al agua en las afueras de la ciudad. El proyecto busca demostrar cómo las intervenciones de pequeña escala y soluciones de bajo costo pueden tener un impacto en la calidad de vida de las poblaciones más desfavorecidas. Las intervenciones priorizan la mano de obra local y promueven prácticas de reutilización de materiales. Bajo esta idea, se visitaron mercados informales al aire libre en Luanda, donde se encontraron una serie de módulos metálicos, originalmente utilizados en las barandas de elementos urbanos en el centro de la ciudad. Estos módulos fueron comprados y adaptados al proyecto de las fuentes de agua.
En el barrio Wako, en la zona de Cacuaco, la intervención se centró en una fuente de agua donde también funcionaba una lavandería informal al aire libre. El proyecto consistió en la creación de un nuevo espacio entre el espacio público y este equipamiento. Se colocaron tres módulos, delimitando la zona de intervención, los cuales tienen triple función: barandas, bancos (orientados hacia la calle) y tendederos (orientados hacia el recinto). Además de la seguridad, la estructura complementa la lavandería y proporciona condiciones para la convivencia mientras las personas esperan su turno.
La intervención en la fuente de agua de Kilunda fue gradual, a través de la creación de un tipo de laboratorio experimental de ideas y soluciones, con la participación de residentes y profesionales locales. En un primer momento, después de varias visitas y sesiones participativas, se creó una estructura que permitió elevar las mangueras para facilitar el proceso de llenado, sin necesidad de ayuda de terceros para colocar los recipientes llenos en la cabeza. Esta solución se llamó "jirafa". En un segundo momento, respondiendo a la solicitud de la población que administra la fuente de agua, dada la situación de COVID-19 en la que vivíamos, se creó un recinto que permite evitar aglomeraciones en la zona de los grifos, siendo su funcionamiento responsabilidad de una sola persona, el "conserje".
La fuente de agua Gika es un modelo peculiar, enterrado en el suelo debido al problema de la falta de presión en el suministro de agua, que no llegaría a los grifos elevados. A pesar de la inteligencia de la solución, cuando llovía esta fuente de agua quedaba inutilizada. El proyecto consistió en la creación de un techo que protege de la lluvia, permitiendo su funcionamiento normal en cualquier época del año. Esta estructura se extiende más allá de la fuente de agua, creando una zona de sombra propicia para la convivencia.
En conjunto, estas estructuras funcionan como elementos unificadores en el espacio público, además de su función de suministro de agua. Son espacios de encuentro, lugares de convivencia, a escala del barrio.